miércoles, 16 de marzo de 2011

GORKA LABAZAS EN...LA TÍA DE BILBAO

La madre de Gorka estaba muy feliz aquella mañana. Había recibido una llamada de su hermana pequeña diciendo que iba a visitar a la familia unos días. Desde que se había ido a vivir a Bilbao, apenas se veían un par de veces al año.

Cuando nuestro friki favorito se enteró de la noticia, sufrió una ligera erección de la emoción. Su tía Amaya era la típica treintaañera soltera y enrollada que cuidaba mucho su imagen y que vamos, estaba para mojar pan. Gorka nunca logró entender como era posible que su tía y su madre vinieran del mismo sitio, porque una al lado de la otra eran como la bella y la bestia.

Aquel día en el instituto, estaba tan absorto imaginando improbables situaciones de corte erótico con su tía, que ni siquiera reparó en la ajustadísima camiseta de tirantes que llevaba puesta Rosi "la melones". Sus amigos sospecharon que algo raro le pasaba y le abordaron entre clase y clase.

Gorka contó la situación y la mente turbia del "pajas" comenzó a trabajar a marchas forzadas.
-¡Joder macho, que potra!- exclamó entusiasmado- Me han dicho que las tías del Pais Vasco están super salidas y andan siempre locas por echar un casquete. A lo mejor tu tía se ha contagiado y te la puedes camelar.

El "pajas" le explicó un plan infalible para seducir a su tía. Tendría que esperar a que esta se metiera en la ducha, momento en el que aprovecharía Gorka para toquetearse un poco y ponerse a tono. Debería entrar en el baño como si no supiera que su tía estaba allí, y cuando ella le viera desnudo y con la picha preparada, se lanzaría sobre él cuan perrilla en celo. Tanto el "pajas" como el "orejas" aseguraron que era practicamente imposible que el plan fallara.

Al llegar a casa por la tarde, su tía Amaya ya se encontraba alli. Cuando esta le dio un abrazo y un beso, se puso como un tomate y tuvo que pensar en algo triste para no sufrir una erección de campeonato. Durante la cena, no consiguió articular más de dos palabras seguidas.

-Si es que estos chavales de hoy en día estan agilipollaos- Le excusaba Don Ramón (el padre del chico) a la par que le daba una colleja- todo el día con sus tontunas en la cabeza y sin decir ni pío.

Dos días después se le presentó la ocasión que tanto había esperado. Sus padres aún no habían llegado de trabajar y la tía Amaya acababa de entrar por la puerta sudando como un pollo.

-Hola Gorka, cariño- vengo de correr, me voy a la ducha.

Gorka se quedó petrificado. Estaban solos, su tía se iba a la ducha y además le había llamado cariño. El fin de su virginidad parecía inminente.

Esperó a escuchar el agua correr para quitarse a toda prisa la ropa. Consideró que los calcetines se los podía dejar puestos ya que no cubrían las partes importantes de su anatomía y además el suelo estaba frío. Respiró hondo y se deslizó en silencio al interior del baño. se acercó a la ducha y sacando pecho y metiendo tripa, abrió la cortina mientras soltó. -Mira lo que tengo para ti, tiita.

Gorka no había imaginado que los nervios provocarían que su miembro viril se encogiera hasta limites insospechados. Además, nadie le había dicho que un adolescente con granos, vestido solo con sus calcetines blancos  y las piernas temblando de miedo, era cualquier cosa menos un sex simbol.

La tía Amaya no sabía si descojonarse de la risa o darle un bofetón por descarado, así que hizo las dos cosas. Al menos tuvo la suerte de que su tía guardara el secreto y no dijera nada a los padres del chaval. Según el "pajas", eso era sintoma de que se había hecho la dura, pero que en el fondo quería tema.

1 comentarios:

mcmaicky dijo...

Con primas vale, ¡pero con tías! hay que ser muy Gorka.

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