El viaje en autobús hasta el lugar de la acampada transcurrió sin problemas, con nuestros amigos ocupando los asientos delanteros del autobus (ellos hubieran preferido sentarse detrás, pero el "mole" los consideró personas non gratas).
Fantaseaban con poder espiar a las chicas en las duchas del camping a lo peli de Porky´s. Verle las berzas a Rosi, era en estos momentos lo más alto a lo que podía aspirar un tipo como el "pajas".
El lugar elegido para las convivencias contaba con todos los medios que necesita un adolescente para disfrutar a lo grande de un fin de semana. Es decir; una explanada para poner las tiendas de campaña, los padres a cien kilómetros y al "topo" (que estaba cegato y no se enteraba de nada) como profesor responsable.
El día transcurrió sin novedades, Nuestros amigos propusieron organizar un juego de rol en vivo y acabaron con el culo metido en el río gracias a los secuaces del "mole". La clase organizó una guerra de globos entre chicos y chicas, donde la consigna por parte del colectivo masculino era: apuntad a las que lleven camiseta blanca.
Gorka y sus amigos pasaron la tarde en su tienda de campaña jugando al cyberpunk. Confiaban en que el esfuerzo físico que estaban realizando sus compañeros de clase, les hiciera irse a dormir pronto y así poder llevar a cabo su plan de puteo.
Al llegar a la media noche y coincidiendo con la muerte del Netrunner del "orejas", escucharon como en la tienda de al lado (la deLidia "ex-dientes de hojalata" y sus amigas) se estaban preparando para dormir. Acordaron que esas serían sus víctimas y esperaron un rato para esperar a que estas se durmieran.
A la media hora consideraron que era un buen momento para actuar. Echaron a suertes quien sería la mano ejecutora y le tocó a Gorka. Este se deslizó sigilosamente en el interior de la tienda elegida y tanteando con la mano encontró la cabeza de quien sería objeto de la broma. -Debe ser Olga-pensó- porque tiene el pelo corto. Abrió el bote de pasta de dientes y se lo esparció por toda la cara, el bote de espuma de afeitar por el pelo y le metió la rana dentro del saco. Antes de escapar de la tienda, la tentación pudo con él y no se resistió a encender un momento la linterna para ver su obra de arte.
En el instante en que Gorka encendía la luz, El "pajas" y el "orejas" se percataron de que se habían equivocado de tienda. No estaban en la de Lidia y sus amigas, sino en la del "mole". Quisieron avisar a su amigo pero era demasiado tarde. Escucharon a Gorka emitir un grito de terror al ver la cara de su archi enemigo lleno de pasta de dientes. Este grito hizo que el matón se despertara, y cuando se dió cuenta de la jugarreta, no se puso nada contento.
A la mañana siguiente, nadie comprendía como había acabado nuestro heroe, atado a un arbol y con los calconcillos puestos en la cabeza.Con un cartel al lado que ponía: Soy un pringao.
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