LARRY DESAPARECIDO

Algunos de vosotros habréis notado que en los últimos tiempos, hemos tenido el blog bastante parado. Esto se debe a una sencilla razón. Por un lado tenemos a mcmaicky que estaba perruno y sin ganas de escribir y por otro lado yo que...bueno, es una larga historia.

Hazme el humor presenta....

La desaparición de Larry

 

Todo empezó una tarde en la que nuestro héroe (o sea, yo) se encontraba en la oficina concentrado en un artículo del blog, cuando recibió la llamada de su jefe, quien sin pestañear le dijo unas palabras que cambiarían el devenir de vuestro admirado Larry.

-"A la puta calle. Estás despedido".

Desolado y cabizbajo, me dirigí a la oficina del Inem más cercana y cuando entré por la puerta, comenzó a sonar una campanita.  Todos los funcionarios allí presentes se abalanzaron sobre mi exclamando.

-Tilin,tilin,tilin....Enhorabuena...Es usted el parado 5.000.000. Ha ganado una tarjeta del paro plastificada y una foto con cara de pringao. 

Aún a pesar de la alegría inicial, seguía sintiéndome algo decaído. Los días pasaban ociosos y solo hallaba consuelo en el consumo compulsivo de bollería industrial.  Mi amigo mcmaicky, harto de verme en esa situación, me dijo que lo mejor que podía hacer era reciclarme. Le miré con la misma expresión de quien mira a dos perros copulando mientras masticaba a dos carrillos el último trozo de phoskitos y Exclamé:

-¡Qué gilipollez! -

pero como no tenía otro plan mejor, decidí hacerle caso y me dirigí al punto limpio de al lado de casa.

-Hola, vengo a reciclarme- dije mostrando mi mejor sonrisa- ¿Qué contenedor es el mío? 

El tipo se encogió de hombros y contestó que no tenía ni idea, pero que suponía que en el contenedor verde, que era de residuos orgánicos y yo tenía pinta de desintegrarme bien.

Pasé varios días encerrado en uno de los contenedores, sobreviviendo gracias a los productos caducados que tiraban a diario los del Mercadona de en frente. Eso si, peleándome a mordiscos con un par de individuos que debía estar reciclándose también.

Una noche, cuando mis fuerzas empezaban a flaquear, escuché una voz que parecía provenir de otra dimensión, la cual  me susurraba:

-Si lo escribes, ellos vendrán.

-Coño- pensé- esto es como la peli de campo de sueños. Pero yo no se nada de baseball. 

-Que no, capullo- replicó la voz- que lo que tienes que hacer es seguir escribiendo en el blog.

Y según la voz, si volvía a colgar un artículo, mcmaicky regresaría para contar sus batallas, ainara volvería a quejarse de lo megamachistas que son nuestros chistes.Ana y ¿Laura? se quejarían de que sus parejas están más pendientes del blog que de ellas. El paro bajaría, tendríamos un gobierno competente y (ya puestos a pedir) los phoskitos serían sanos y sin nada de colesterol.