miércoles, 2 de febrero de 2011

GORKA LABAZAS EN...LA VECINA DEL OREJAS


Capítulo tercero

Era sabido por todos los miembros del club de rol presidido por Gorka, que la vecina de enfrente del "orejas" estaba buenísima. Más de una vez había comentado antes de empezar una partida, que la joven solía olvidarse de cerrar las cortinas al cambiarse de ropa, lo cual ofrecía un espectáculo maravilloso para un adolescente en la edad del onanismo.

La chica se llamaba Elvira y acababa de cumplir los diecisiete. Era muy alta, muy delgada y muy rubia. Vamos, que sería la capitana del equipo de animadoras del instituto, de no ser porque en España no gastamos de eso. Se juntaba con el grupo de malotes en los recreos, los cuales aprovechaban cualquier ocasión para toquetearla, bajo la lejana mirada de envidia de Gorka y sus amigos.
Una mañana durante un cambio de clase, el azar quiso que "el pajas" escuchara a dos chicas de Cou decir que el próximo viernes habría una fiesta de pijamas en casa de Elvira, ya que sus padres se irían todo el fin de semana y se quedaría sola.

"El pajas" corrió feliz en busca de sus amigos para contarles la buena nueva. Pedirían permiso a sus padres para quedarse a dormir en casa del "orejas" y disfrutar del festival visual que les ofrecerían aquellas adolescentes en pijama. Gorka las imaginaba en medio de una guerra de almohadas, ataviadas con camisones minúsculos en un cuarto lleno de plumas revoloteando. o sea, como en el video de Playboy que tenía su primo.

El día señalado, tomaron posición en el cuarto del "orejas", provistos de cheetos, pipas de girasol y una coca-cola de dos litros. Prismáticos en mano e iluminados por una lamparita preparada para ser apagada en el momento en que comenzase el show.

Habían pasado dos horas desde que las chicas llegaran a casa de Elvira y ahí no había ni fiesta ni pijamas. Solo cuatro amigas llorando a moco tendido con el final de Ghost.  -Estas cosas no pasan en Estados unidos- protestaba el "pajas", en las fiestas de pijamas de allí, siempre se lo montan entre ellas.

Cuando estaban a punto de colgar los prismáticos y ponerse a jugar al Dungeons & dragons , Elvira se levantó y fue para su cuarto. A traves de la ventana vieron como sacaba un pijama del cajón y se disponía a desnudarse para ponerselo. El corazón de Gorka iba a mil por hora. Abrieron la ventana para ver con más detalle. Los tres estaban con los prismáticos pegados a los ojos como si su vida dependiera de ello.

En el instante en que Elvira se iba a quitar la camiseta, la madre del "orejas" entró en la habitación encendiendo la luz. Esto hizo que los muchachos gritaran del susto, lo cual provocó que las chicas de la casa de enfrente miraran por la ventana para ver que pasaba. Sorprendiendo así a nuestros amigos, prismáticos en mano, gritando como nenazas asomados a la ventana.

La madre del "orejas"  contó lo sucedido  a los padres de Gorka, y este estuvo castigado por pervertido y degenerado durante dos semanas. y por supuesto, Elvira no se volvió a olvidar de cerrar las cortinas nunca más.

1 comentarios:

mcmaicky dijo...

"Vamos, que sería la capitana del equipo de animadoras del instituto, de no ser porque en España no gastamos de eso"

JEJEJE

Pobrecitos sin pillar teta.

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