miércoles, 27 de octubre de 2010

CUENTOS IMPOPULARES: CELESTINO Y EL CARAJO MISTERIOSO

Érase una vez que se era, un niño muy resabiado que creía saberlo todo. Celestino era un niño muy listo sí, pero preguntaba tanto y se las daba tanto de sabiondo que caía mal a todo el mundo y ningún niño de su clase quería jugar con él:
-Celestino ¿quieres jugar al fútbol con nosotros? Es que nos falta uno.
-¿Pero qué reglas usáis para jugar? Porque al no existir la autoridad arbitral, ni las medidas del campo ser las oficiales... Además hay que establecer unos principios y normativas básicas según la FIFA, para que...
-Celestino, vete al carajo. Pablito ¿juegas?

Así Celestino pasaba los días lléndo y viniendo del carajo constántemente, pero él no sabía qué era realmente ni dónde estaba ese famoso carajo. Lo buscó por internet, pero su padre tenía un bloqueo parental y lo único que le dejaba ver era el Disney Channel y Pornotube. Intentó de todo para averiguarlo, usó el método deductivo, el método científico,... pero el único método que le podía ayudar era el método "¿y eso que es lo qué es?" que es el que usan los niños normales cuando no saben algo. Así que fue a su padre y le preguntó:
-¿Papá dónde está el carajo?
El padre que no le echaba cuenta ninguna, porque el niño era más pesado que Yar Yar Binks en una convención de Yedis, le contestó lo que le contestaba siempre:
-Niño, pregúntale a tu madre que lo guarda todo en los cajones.
Celestino, obediente, fue a preguntarle a su madre.
-Mamá, le he preguntado a papá que dónde está el carajo y me ha dicho que tú tienes uno en un cajón.
-Me cago en tu padre niño. ¡Pepe! ¿Tú que le has dicho al niño? Pues si sabías que tenía un consolador haberme dado más caña, no que me tengo que aliviar con un trozo de látex noche si y otra también, ¡mariconazo!
La madre empezó a golpear al padre en la cara con un objeto fálico y a pilas, pero como a Celestino no le habían resuelto su pregunta, salió a la calle a buscar la respuesta.

Una vez en la calle, se acercó a un policía, que era una gran autoridad para él y le formuló la pregunta en cuestión:
-¿Que pasa niño? ¿Te has perdido? ¿Dónde están tus papis?
-Mi mami le está golpeando con un objeto de látex negro en la cara a mi padre, pero eso no es lo importante. Lo que me gustaría agente es ver un carajo.
-¿Cómo? ¿Pero que dices alma de cántaro?
-Sí, es que todo el mundo que conozco tiene el famoso carajo en la boca todo el día.
-Pobrecito crío. No te preocupes conmigo estarás a salvo. -Central, tenemos un caso de maltrato familiar. Están abusando sistemáticamente de un crío, y además los progenitores hacen orgías con consoladores delante del crío. Pobrecito lo que ha tenido que ver.

Celestino, no sabía por qué, fue ingresado en un horfanato católico, en el que todo el mundo lo trataba muy bien, pero nadie respondía a su pregunta.
-Padre Pío Pío.
-Es Pío Segundo hijo, pero dime, siéntate en mi regazo y me cuentas.
-Padre, que yo no sé lo que está pasando. Yo lo único que quería es ver un carajo, saber dónde está y si es algo agradable. Porque yo creo que no existen y todo el mundo me habla de él, y hasta que no toque uno con mis manos no me lo voy a creer.
-Ay Virgen María Purísima. ¡¡¡Gracias!!! Vamos a ver Celestino, me vas a cojer todo el pepino. ¿Quieres saber qué es un carajo?
-Claro padre Pío Pío.
-Llámame padre pajarito. Pues bájate los pantaloncitos y ponte mirando a Cuenca.
-¿El carajo está en Cuenca padre pajarito?
-Sí, ¿por qué no? al fin y al cabo en Cuenca también tenemos otro horfanato. Y ahora ponte así.

Y colorín colorado el ano del niño se ha quedado.

Moraleja:
Si demasiado quieres saber, al final te terminan por joder.

2 comentarios:

Edu dijo...

"Vamos a ver Celestino, me vas a cojer todo el pepino"

Esta rima mala me hace suponer que el padre Pío es en realidad Carmen de Mairena.

mcmaicky dijo...

jajajaja. Otra frase célebre del padre Pío de Mairena es: Estoy contento porque me pongo tibio en el convento.

Publicar un comentario