lunes, 17 de enero de 2011

CUENTOS IMPOPULARES: LA CIGARRA Y LA HORMIGA

Érase una vez que se era, una cigarra de Cádiz que estaba tooooodo el día cantando en la playita rodeado de cigarrones y fumando cigarrillos y.... y.... y mas cosas que riman con cigarr*.* Que si chirigooooootas, que si pasodooooobles, que si.... que si.... que si cantaba mas cosas carnavaleras que no sé como se llaaaaaaman.

De lunes a domingo no le faltaba su tintito de verano en el chiringuito, ni su paquetito de tabaco en el bolsillo, (porque en mi fábula las cigarras tienen bolsillos. Es mi fábula y lo cuento como quiero).

Y todos los domingos cargada con su sombriiiiiiilla, su neveriiiiiita, y sus avíos, venía una hormiga de Sevilla a pasar el diíta de playa con su camiseta del Betis, lo cual era muy gracioso, porque las rayas verticales dicen que adelgazan, y con el canijazo que tenía la hormiga, sólo se le veía una raya verde y ninguna blanca.


La hormiguita trabajaba en la caja de ahorros de Cajasol, anteriormente conocido como El Monte. Y la habían destinado a una sucursal de Cádiz, con lo cual la pobre tenía que venir en el regional todos los días y pegarse una paliza de hora y media pa cá y hora y media pa allá. Y casualmente siempre le tocaba un escarabajo pelotero sentado al lado, que le quitaba el sitio del reposapatas y olía a caca de la vaca, literalmente.

Así todos los días la cigarra se tomaba su cervecita en el bar de enfrente del Cajasol de la hormiguita sevillana y todo el día cantaaaaaaaando y cantaaaaaaando. Y le daba igual que estuviese en el paro desde hace 3 años y estuviese a punto de terminársele la ayuda, ella seguía con su cervecita y con su tabaquito cantando chirigotas, mientras que la hormiga trabajaaaaaaba y trabajaaaaaaba por 1000 euritos al mes.

Cuando llegó el invierno y a la cigarra se le acabó la ayuda insectatal del gobierno, fue al Cajasol de la hormiguita sevillana a pedirle un préstamo.

La hormiguita que estaba de hipoteca hasta arriba, y viendo el comportamiento que habia tenido durante todo el año, le denegó el préstamo y le dijo a la perezosa cigarrita gaditana:

-¿Qué hacías mientras yo me pegaba una paliza todos los días para ganar 1000 putos euros en lugar de trabajar? ¿Eh, mi arma?
-Cusha shosho, que yo no estaba trabajando porque estaba cantaaaaaaando. ¿o que pasha?
-¿Sí? Pues ahora baila mi arrrrrma.

MORALEJA:

¿Thas fijao lo hijos de puta y rencorosos que son los sevillanos? ¿eh quillo?

7 comentarios:

Edu dijo...

jajajaja bravo,bravo. Ahora además de las feministas,los monárquicos y los religiosos, nos odiarán también los sevillanos.

mcmaicky dijo...

Que va que va, si los sevillanos no leen estas cosas. Si no sale una foto de la Macarena o de Canouté ni se molestan.

mcmaicky dijo...

Además ya estaban descartados, todos son monárquicos y religiosos. Osea que de perdidos al río...Guadalquivir.

Edu dijo...

Ningún sevillano tiene nada que decir al respecto?

sorimaster dijo...

El pare de mi mujé e de Sevilla mi arma, y no sabes la de hermanos que tiene y no son de la misma madre. Asin que cigarras son un rato. También conozco a uno que me decía que tenía que separarme de mi mujer e irme de putas y darle a la bebida si quería mejorar en mi puesto de mi trabajo, era mi jefe, deje ese trabajo. A ver si conozco a un sevillano que merezca la pena, de momento estoy contigo mcmaicky, pero sin insultar a esos puñeteros.

sorimaster dijo...

Seguro que alguno pensará que jefe más de puta madre. Pero es que luego te dice que tienes que pagarle a él y a sus clientes las copas y las putas de tus miseros mil euros al mes, Que ya ganarás dinero de verdad cuando te hagas tus clientes ¿Que? menudo plan ¿Eh?.

mcmaicky dijo...

Jajajaaja que fuerte. Pues tenías que haberle dicho, las pagas tú, ya ganarás mamazos de verdad cuando tengas tus propias putas.

¡Que sinvergüenzas hay por la vida!

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