martes, 8 de febrero de 2011

¿Y TÚ DE QUÉ VAS?: EL ENFADADO CON EL MUNDO

Todos los que hayamos sido niños alguna vez , habremos disfrutado con esos personajes que parece que se han pillado un huevo al subirse la cremallera del pantalón y no dejan de protestar por todo. Hablo de seres entrañables como el enano gruñón de Blancanieves o el pitufo del mismo nombre.

Una actitud de este tipo, es divertida en un personaje de dibujos animados que va vestido con pintas raras, pero si el gruñón en cuestión es tu vecino, tu compañero de trabajo o el del bar de la esquina, al final acaba por ponerte la cabeza como un bombo.

 

Como saber si estás enfadado con el mundo.


El equipo de investigación de Hazme el humor, haciendo alarde de su profesionalidad, se ha pasado un mes en un bar observando las caracteristicas que definen a estos seres entrañables:


Podemos intuir, por los personajes que hemos visto arriba, que el ser enfadado con el mundo tiene que ser muy bajito. Y es que claro, no poder alcanzar las estanterías más altas de la cocina (que es donde se suelen dejar las cosas que molan) al final le van quemando a uno.

Un refunfuñón además, debe tener una cierta edad. Porque el quejarse por todo antes de pasar de los 30 ,es un sintoma de niñato caprichoso más que de gruñón profesional. Supongo que el grado de mal humor, va creciendo a medida que la vida te va dando palos, las chicas te rechazan sexuálmente, tu jefe se va de mariscada mientras tú te quedas mirando el bocata de mortadela con cara de pena, etc,etc.

Un hombre enfadado con el mundo no camina dando saltitos y mirando a las nubes con cara de anuncio de compresas,no. Camina deprisa, con las manos metidas en los bolsillos y apurando el "ducados" mientras va refunfuñando, a la par que tuerce la boca a lo dibujo animado japonés.

Esta clase de personas son de mucho protestar por protestar. Si hace frío se quejan por el frío, si hace calor por el calor, Si hay sopa porque hay sopa y si no porque no la hay. El quejarse por algo es su mayor ilusión en la vida, es por esto que algunas veces los escuchas emitiendo gruñiditos guturales ininteligibles. Porque cuando no encuentran algo que les disguste, se quedan al ralentí.

Pero estos gruñones, aunque sean un coñazo, en el fondo tienen buen corazón. Si les pides que te ayuden a pintar la casa, los tendrás un día entero protestando por haberles hecho madrugar un Sabado, se quejarán de la mierda de materiales que has comprado y de la porquería de música que has puesto para entreteneros. Pero eso si, la casa te quedará de puta madre.

Así que ya sabes amiguito. Si eres un canijo que come bocatas de mortadela y fuma ducados mientras pinta la casa de sus amigos, quiere decir que estás enfadado con el mundo.

2 comentarios:

mcmaicky dijo...

¡Uy! Cómo se parece a uno que conozcoooo. Y es que hay otro tipo de enfadados con el mundo, los que siempre tienen razón.

Dices algo, y el otro te hecha la bronca porque no has tenido en cuenta esto y lo otro. Todo lujo de argumentaciones en tono hitleriano, y te da por culo, pero siempre tiene razón.

Al final terminas por no hacerle caso y cabrearte tú por todo lo que diga él, y es que no hay nada que jorobe más que alguien tenga siempre razón.

Yoly dijo...

Jajaja... yo tenía una compi así (aunque no era bajita ni fumaba ducados), pero me vampirizaba el buen karma... ufff, prefiero pintar la casa sola antes de que una persona así me robe toda la positividad T_T

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